La palabra ministerio proviene del latín ministrare que quiere decir "servicio". "El Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir a los demás" (Mt 20,28).
"La Iglesia ha nacido con este fin: propagar el
Reino de Cristo en toda la tierra para la Gloria de Dios Padre, y hacer así a todos los hombres partícipes de la redención salvadora y por medio de ellos ordenar realmente todo el universo hacia Cristo. Toda la actividad del Cuerpo místico, dirigida a este fin, recibe el nombre de apostolado, el cual, la Iglesia lo ejerce por obra de todos sus miembros, aunque de diversas maneras.Hay en la Iglesia pluralidad de ministerios, pero unidad de misión. A los apóstoles y a sus sucesores les confirió Cristo el encargo de enseñar, de santificar y de regir en su propio nombre y autoridad. Los seglares, por su parte, part
ícipes del ministerio sacerdotal, profético y real de Cristo, cumplen en la Iglesia y en el mundo la parte que les atañe en la misión del pueblo de Dios.Ejercen, en realidad, el apostolado con su trabajo por evangelizar y santificar a los hombres y por perfeccionar y saturar de espíritu evangélico el orden temporal, de tal forma que su actividad en este orden dé claro testimonio de Cristo y sirva para la salvación de los hombres. Y como lo propio del estado seglar es vivir en medio del mundo y de los negocios temporales, Dios llama a los seglares a que, con el fervor del espíritu cristiano, ejerzan su apostolado en el mundo a la manera de fermento" (SC IX, 2)